La importancia de usar protector solar

La importancia de usar protector solar. Si bien es cierto que el verano es cuando la radiación es más intensa, la cara también está expuesta a la luz solar durante la primavera, el otoño y el invierno, por lo que es importante protegerla siempre. No hacerlo puede tener consecuencias para la salud de su piel, como vamos a explicar en este artículo.

¿Qué es la piel?

La piel es mucho más que la capa que cubre todo nuestro cuerpo: es un órgano, el más grande del ser humano. Responsable principalmente de protegernos de todos los agentes externos que pueden ser dañinos para nosotros, como elementos químicos, radiación, infecciones, etc.

Además de esta importante función protectora, la piel regula la temperatura corporal y la pérdida de agua, permite la síntesis de vitamina D y nos da nuestro sentido del tacto.

Como puede ver, la piel juega un papel importante en nuestro cuerpo, por lo que es esencial cuidarla para prevenir el desarrollo de trastornos de la piel como la piel sensible, entre otros, y usar protector solar facial todos los días y protector solar corporal en las ocasiones en que lo exponemos al sol. El protector solar se aplica a la capa más externa de la piel, cuya estructura veremos en la siguiente sección.

Las tres capas de la piel

  • Epidermis: capa externa de la piel, compuesta principalmente de queratinocitos. Está en un proceso perpetuo de descamación y regeneración. La epidermis es responsable de funcionar como una barrera protectora contra los agentes externos dañinos y de prevenir la pérdida de líquidos de nuestro cuerpo.
  • Dermis: capa intermedia, en gran parte compuesta de colágeno y elastina, dos componentes que desempeñan un papel fundamental en la elasticidad característica de la piel.
  • Hipodermis: capa más interna de la piel. Almacena grasa que protege el cuerpo de los moretones externos y ayuda a regular la temperatura corporal.

¿Qué tipo de piel tienes en función de la sensibilidad solar?

¿Sabes qué tipo de piel te hace más o menos susceptible a los efectos del sol o al cáncer de piel?

Los tipos de piel, dependiendo de su tono, se dividen en seis grupos o fototipos, dependiendo de su tono: los más pálidos (I y II) tienen un mayor riesgo de cáncer de piel y son más fotosensibles, mientras que los más oscuros (V y VI) tienen un menor riesgo, lo que no significa que no deban estar protegidos.

Tipo de piel I

Si nunca te bronceas y a menudo te quemas con el sol, es probable que tu piel sea de este tipo. Use un buen protector solar con SPF (Factor de Protección Solar) de 50 o más, ya que su piel es más vulnerable al melanoma y a otros tipos de cáncer de piel. Además, la mejor manera de protegerse del sol es evitarlo buscando siempre sombra, especialmente durante las horas de máxima radiación ultravioleta (entre las 12 del mediodía y las 4 p.m.). También debe tener especial cuidado para que se hagan los chequeos dermatológicos al menos una vez al año y prestar atención a cualquier lunar o mancha sospechosa.

Tipo de piel II

Es una piel ligeramente más pigmentada que la del tipo I, pero también es común sufrir quemaduras solares y rara vez se broncea. Por lo tanto, si pertenece a este grupo, el consejo es el mismo que en el caso anterior, debe usar protectores solares faciales y corporales con un alto SPF y evitar el sol durante las horas de radiación más alta. De esta manera, contribuirás a prevenir el desarrollo del cáncer de piel.

Tipo de piel III

Si tienes este tipo de piel, te bronceas gradualmente, pero a veces también te quemas con el sol. Aunque su fototipo es algo más resistente a la radiación, sigue siendo susceptible a sufrir daños, por lo que debe protegerse de la misma manera para prevenir el desarrollo de cáncer de piel.

Tipo de piel IV

Si tu piel pertenece a este grupo, te broncearás fácilmente y no te quemarás de forma regular. Sin embargo, no está libre de riesgos: use protector solar para la cara y el cuerpo con protección media y evite el sol durante las horas de mayor radiación. Como en los casos anteriores, preste atención a las manchas sospechosas en su piel y se somete a un chequeo dermatológico una vez al año.

Tipo de piel V

Este tipo de piel se broncea fácilmente y casi nunca se quema. Si este es su caso, no deje de usar protector solar, ya que puede prevenir el fotoenvejecimiento causado por los rayos UV tipo A. También es importante tener chequeos anuales porque este tipo de piel puede desarrollar melanoma lentiginoso acral, que generalmente aparece en áreas del cuerpo que no están expuestas al sol, y su detección suele ser tardía.

Tipo de piel VI

El fototipo de piel VI corresponde a las personas con piel muy oscura. ¿Significa esto que no están en riesgo de desarrollar cáncer de piel? Desafortunadamente, no. Como acabamos de mencionar, hay cánceres de piel que son más frecuentes en los tipos de piel más oscuras, por lo que siempre es importante seguir recomendaciones básicas como las que vemos en esta infografía. La Fundación contra el Cáncer de Piel.

La importancia del protector solar facial

La piel de la cara es un indicador de nuestro estado de salud y, además, su apariencia puede influir en nuestra autoestima, ya que la cara es la parte más visible y expuesta de nuestro cuerpo. Esto significa que también es el más propenso a las agresiones de los agentes externos, por lo que debemos hacer un esfuerzo especial para cuidarlo. Es muy importante usar protector solar facial todos los días, ya que la piel facial está casi continuamente expuesta al sol y a los rayos UV directos. Además, el grosor de la piel en esta área del cuerpo es más delgado, lo que contribuye a hacerla más frágil y vulnerable a la radiación solar.

¿Qué es la radiación solar?

La radiación solar es toda la radiación emitida por el sol, incluidos los rayos ultravioleta (UV) e infrarrojos:

  • Radiación UV: nuestra piel se enfrenta a dos tipos de radiación:
  • UVA: tienen una longitud de onda de entre 320 y 400 nm y penetran en las capas más profundas de la piel. Desencadenan los procesos de alergias y reacciones solares y, a largo plazo, fotoenvejecimiento.
  • UVB: su longitud de onda está entre 290 y 320 nm y son responsables del desarrollo de enrojecimiento y quemaduras de la piel, también conocido como eritema solar.
  • Radiación infrarroja: pueden mejorar los efectos negativos de la radiación UVB y UVA en nuestra piel. Su longitud de onda es superior a 760 nm.

¿Cuáles son las consecuencias de demasiado sol en la piel?

Cuando nos exponemos al sol de manera controlada, durante períodos cortos cuando la radiación no es muy alta, el sol tiene efectos beneficiosos como:

  • Estimula la síntesis de vitamina D: es necesario fijar el calcio en los huesos, previniendo así el ractico y la osteoporosis.
  • Estimula la producción de melanina: este es el pigmento que nos da el aspecto bronceado de la piel y ayuda a protegerla de la radiación UV.
  • Produce vasodilatación: reduce la presión arterial.
  • Promueve la circulación sanguínea periférica
  • Mejora los síntomas de algunas enfermedades de la piel, como la psoriasis, el acné o el vitiligo, entre otras.
  • Estado de ánimo: la luz del sol mejora el estado de ánimo.

Moderación

Aunque estos efectos son positivos, cuando la exposición al sol es excesiva, las consecuencias se vuelven negativas. Como hemos visto, los rayos UV pueden ser A o B (UVA y UVB), y es necesario protegernos de ambos tipos, porque mientras que los primeros están involucrados en el envejecimiento de la piel, los segundos son responsables de las quemaduras solares.

Según un estudio de la AECC (Asociación Española contra el Cáncer), los casos de melanoma, el cáncer de piel más agresivo, aumentan un 10% cada año, por lo que recomiendan la promoción de los hábitos de protección solar y llaman a la importancia de ser conscientes de las consecuencias que el sol excesivo puede tener en nuestra salud. Y el hecho es que muchas personas todavía continúan exponiéndose al sol de una manera inaseable. Por ejemplo, según el estudio, el 42 % de las personas toman el sol en la playa entre 12 y 16 horas, el momento en que la radiación es más peligrosa.

También hacen hincapié en la importancia de proteger a los niños del sol y educarlos sobre el riesgo que puede suponer, ya que la mayoría de los casos de cáncer de piel son el resultado de malos hábitos de exposición al sol en la infancia y la juventud.

¿Qué son los protectores solares?

Hoy en día podemos encontrar diferentes tipos de productos que nos protegen del sol, que se clasifican según el tipo de protección. En este sentido, podemos encontrar desde cremas hasta ropa con protección contra la radiación solar.

Los protectores solares dermatológicos son productos, generalmente en formato de crema o spray, que se aplican a la piel para evitar que la radiación UV la dañe.

Dentro de los protectores solares dermatológicos, hay filtros inorgánicos que reflejan la luz, evitando que los rayos penetren (requieren una reaplicación frecuente y dan una apariencia similar a una máscara) o filtros orgánicos que funcionan absorbiendo la radiación ultravioleta, de modo que capturan la energía y la transforman para que sea inofensiva para la piel (son los más utilizados).

Como hemos dicho, la radiación es responsable de las quemaduras solares (UVB), el fotoenvejecimiento (UVA) y aumenta el riesgo de cáncer de piel. Los protectores solares faciales y corporales se clasifican de acuerdo con el tipo de radiación UV contra la que protegen, así como su SPF (factor de protección solar).

¿Qué es SPF?

SPF se refiere al grado en que el protector solar bloquea la radiación UVB. El número de protección multiplica el tiempo que la piel puede permanecer al sol sin ser dañada por la radiación UVB. Por ejemplo, una piel sin ningún tipo de protección que pueda permanecer al sol durante 15 minutos sin enrojecerse puede permanecer 10 veces más (150 minutos) si usa un SPF 10, 15 veces más largo (225 minutos) si es un SPF 15 o 20 veces más largo (300 minutos) si es un SPF 20.

Las recomendaciones son usar un protector solar facial o corporal con al menos un SPF entre 15 y 30, ya que se estima que un SPF de 15 protege contra aproximadamente el 93 % de la radiación UVB y un FPS de 30 protege contra el 96 %.

Creencias erróneas sobre los protectores solares

Hay muchas creencias erróneas generalizadas entre una gran parte de la población sobre el uso de protectores solares, por lo que queremos refutar las más conocidas:

  • “El protector solar puede causar deficiencia de vitamina D”.

Aunque es cierto que hay controversia con respecto a este tema, estudios recientes señalan que los protectores solares no inhiben la síntesis de vitamina D.

  • “No es necesario usar protector solar cuando está nublado”.

Es lógico que si no ves el sol, podrías pensar que no necesitas proteger tu piel. Sin embargo, esta idea es errónea, porque incluso si está nublado, hasta el 40 % de la radiación UV llega a la tierra. Así que ahora ya sabes, ¡usa protector solar facial y corporal, ya sea soleado, lluvia o nieve!

  • “Protegerte como adulto no es efectivo si no lo hiciste de niño”.

En absoluto, independientemente de la exposición al sol que haya tenido en la infancia y la juventud, es muy importante protegerse del sol en la edad adulta.

Recomendaciones para elegir tu protector solar facial

Al elegir tu protector solar, debes tener en cuenta varias cosas:

  • El SPF se refiere al bloqueo de la radiación UVB (quemadura solar), por lo que es importante elegir un protector solar de amplio espectro que también proteja contra la radiación UVA (fotoenvejecimiento).
  • El tiempo que una persona puede permanecer al sol sin quemarse con el sol varía según el fototipo de la piel y el índice de radiación.
  • Debe tener en cuenta la edad de la persona a la que se lo va a aplicar, y elegir la más adecuada para ella/ella, ya que hay protectores solares especiales para niños o para pieles maduras.
  • El tipo de uso que le vas a dar: ¿es para uso diario, para la playa o la piscina, para la nieve o para las montañas? En cualquier caso, encontrarás protectores solares faciales y corporales diseñados específicamente para cada actividad.
  • Para ser eficaz, independientemente del FPS, los protectores solares faciales y corporales deben aplicarse 30 minutos antes de la exposición y volver a aplicarse cada dos horas mientras está al sol.

La prevención

Por último, le recordamos que, además de usar protector solar, es muy importante que evite comportamientos de riesgo, como la exposición prolongada al sol o la exposición al sol en las horas pico, y que, en caso de cualquier lunar o mancha que lo haga sospechar, debe acudir a su médico.

A menudo no somos conscientes del riesgo que implica la exposición al sol, por lo que la AECC nos ofrece esta prueba que nos permite evaluar si nos estamos protegiendo bien del sol en nuestra vida diaria.

Con este artículo, esperamos haberte ayudado a ser consciente de que el uso de protector solar facial durante todo el año es esencial, así como la importancia de tener ciertos hábitos centrados en la prevención del cáncer de piel y otras enfermedades.

¿Sabías que el riesgo de desarrollar melanoma también tiene un componente genético?

Con la prueba SkinCare, puedes averiguar si tienes una mayor predisposición a desarrollar melanoma. Además de esta información fundamental para poder tomar medidas preventivas y aumentar el cuidado de su piel, le proporciona otros datos sobre aspectos importantes de su salud. Una oportunidad única para cuidarte mejor a ti y a tus seres queridos, ¿te la vas a perder?

Fuente: https://www.veritasint.com/blog/en/the-importance-of-using-facial-sunscreen/